Teniendo en cuenta que gran parte de la literatura musical está de alguna manera relacionada con las palabras, un estudio estilístico global ha de tomar en consideración la influencia de los textos. Esta influencia afecta indudablemente más a la forma que a cualquier otro aspecto del estilo.
Al nivel conceptual más básico, el texto afecta a la elección de combinaciones vocales e instrumentales que va a efectuar un compositor. Igualmente, el sonido mismo de las palabras confiere a menudo un carácter y atmósfera.
De todos los elementos, la armonía haya sido probablemente la más explotada para dar expresión al texto, debido al poder de los acordes y las tonalidades para cambiar un carácter casi instantáneamente. A menudo, un cierto acorde o una disonancia catacterística es capaz de subrayar una palabra específica de manera eficaz y conveniente.
En los estilos contrapuntísticos, los sonidos específicos de las palabras mismas pueden aportar mucho a la claridad de la línea. Las consonantes "duras" (t, k, especialmente) pueden proyectar una serie de entradas imitativas más definidas.
En una dimensión más grande, el ritmo de las palabras produce metros coherentes, que infuyen a menudo sobre el metro musical de toda la pieza. Cuando el diseño métrico de las palabras es menos marcado o más variado, la expresión rítmica tiende a variar más ampliamente.
La influencia de los textos sobre la forma puede ser observada más directamente en las formes fixes de épocas pasadas y en el aria da capo (veremos ambos más adelante). Sin embargo, incluso cuando el texto es más libre, la organización de las palabras puede determinar básicamente la longitud de la pieza y la posición de las articulaciones importantes.
Más importante para el estilo es el hecho de que un compositor pueda repetir parte de un texto poniendo especial énfasis en ciertos puntos específicos y, a base de extensas introducciones, intercalaciones y codas, el compositor puede llegar a envolver completamente el texto en un diseño musical, de tal manera que ya no importe pensar en el texto como un determinante primordial, sino simplemente como una situación ante la que el compositor reacciona con una solución predominantemente musical.
Recapitulando, la evaluación definitiva del logro de un compositor tomará en consideración la realización del texto, pero al final seguirán siendo el grado de control del movimiento y de la forma musicales los criterios que permanezcan.
Al nivel conceptual más básico, el texto afecta a la elección de combinaciones vocales e instrumentales que va a efectuar un compositor. Igualmente, el sonido mismo de las palabras confiere a menudo un carácter y atmósfera.
De todos los elementos, la armonía haya sido probablemente la más explotada para dar expresión al texto, debido al poder de los acordes y las tonalidades para cambiar un carácter casi instantáneamente. A menudo, un cierto acorde o una disonancia catacterística es capaz de subrayar una palabra específica de manera eficaz y conveniente.
En los estilos contrapuntísticos, los sonidos específicos de las palabras mismas pueden aportar mucho a la claridad de la línea. Las consonantes "duras" (t, k, especialmente) pueden proyectar una serie de entradas imitativas más definidas.
En una dimensión más grande, el ritmo de las palabras produce metros coherentes, que infuyen a menudo sobre el metro musical de toda la pieza. Cuando el diseño métrico de las palabras es menos marcado o más variado, la expresión rítmica tiende a variar más ampliamente.
La influencia de los textos sobre la forma puede ser observada más directamente en las formes fixes de épocas pasadas y en el aria da capo (veremos ambos más adelante). Sin embargo, incluso cuando el texto es más libre, la organización de las palabras puede determinar básicamente la longitud de la pieza y la posición de las articulaciones importantes.
Más importante para el estilo es el hecho de que un compositor pueda repetir parte de un texto poniendo especial énfasis en ciertos puntos específicos y, a base de extensas introducciones, intercalaciones y codas, el compositor puede llegar a envolver completamente el texto en un diseño musical, de tal manera que ya no importe pensar en el texto como un determinante primordial, sino simplemente como una situación ante la que el compositor reacciona con una solución predominantemente musical.
Recapitulando, la evaluación definitiva del logro de un compositor tomará en consideración la realización del texto, pero al final seguirán siendo el grado de control del movimiento y de la forma musicales los criterios que permanezcan.
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